
Acompáñame… Que camino de noche arrullando y cantando, aún cuando ya no doy más.
Sosténme… Que a veces lloro de emoción y muchas otras de impotencia sola en el baño.
Mírame… Que una mirada compasiva, puede cambiarme el día.
Compréndeme… Que sólo soy una madre aprendiendo algo que nadie le enseñó antes.
Reconóceme… Que cuando me miro al espejo, me busco y no me encuentro.
Sé suave… Que un abrazo puesto a tiempo me llena de fuerza.
Trátame bien… Que aunque no todo es perfecto, sabes que es perfecto así.
Aurora