
Nacemos sabiendo cómo respirar, por ello es algo en lo que no pensamos y damos por hecho.
Sin embargo, aprender a practicar una respiración consciente te aportará muchos beneficios.
¿Cómo se realiza?
Consiste en desviar la atención hacia diferentes puntos para fijarnos en las veces que inhalamos y exhalamos.
Puede ser, fijar los ojos hacia la punta de la nariz o el entrecejo, manteniendo la concentración en la respiración profunda, o podemos contar segundos al inhalar y al exhalar, así logramos que el cuerpo minimice el ritmo vital ayudando con ello al bienestar emocional.
Respira para conocerte, para conectar contigo, para estar bien.
Aurora