Cuando te das cuenta que la razón por la que estás atorada eres tú, te vuelves responsable, te agarras un ovario y con todo el dolor que esta verdad te genere vas hacia adelante mejorándote día a día.
Llevo años en un proceso, y la mayoría de ellos decidí permanecer anestesiada asumiendo un papel de víctima. Desde ese lugar nada puede cambiar. Nadie te va a ayudar, el que tú estés bien es responsabilidad tuya y solo tuya. Cómo quiero vivir? Vale la pena seguir cargando todas esas negatividades y culpar a otros por lo incómoda que he estado con mi vida? La respuesta es NO. El camino de sanación hacia uno mismo es una decisión diaria, con tus verdades más incómodas, con constantes retos hacia tu persona, y por eso es tan difícil persistir. Hoy decido persistir en lugar de resistir. Agradecer en lugar de quejarme. Hacer el bien sin mirar a quien. Porque tengo claro para qué estoy en este plano y solo puedo sentir gozo de hacer aquello que me da paz y aprendizaje.
Encuentra tu paz, reconcíliate y perdónate las veces que sea necesario.
Elige un camino de paz, porque la paz es el camino…
